lunes, 22 de marzo de 2010

EL PROBLEMA DE GENERALIZAR

Todos, siempre, nunca, ninguno, nada, para nada, absoluto, etcétera, etcétera.
¿Es bueno generalizar?
Un día un buen amigo me enseñaba a dar clases, y me dijo: "Haber, entre menos generalices menos te vas a equivocar”.
Creo que tenía y tiene razón.
Todos somos iguales (pero unos más iguales que otros, diría Orwell en un pasaje de La rebelión en la granja). Nadie hace nada. Siempre pasa lo mismo. Nunca…
De algo estoy seguro, cuando uno usa una frase que intenta generalizar, agrupar, pues resulta que se equivoca, por ejemplo, si decimos: nunca hay problemas en este país, ¿en verdad no hay problemas?
O si decimos: todos los mexicanos somos corruptos, ¿acaso no hay uno solo que no sea corrupto?
Con esto quiero decir que el uso del lenguaje debe ser muy cuidadoso, si generalizamos seguro que nos equivocamos, pues habrá una excepción, por lo menos una que hará que lo que digamos sea incorrecto.
El lenguaje oral como el escrito son muy importantes, intentar hacer un uso correcto de ellos de verdad que es complicado, pero no imposible; formas, tipos y estilos de uso existen por doquier, y esto no quiere decir que sean buenos o malos, el problema es cuando son incorrectos.

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